LA SUMA Y LA RESTA.
En una clase de nuestro colegio estudiaban dos compañeros que se llevaban fatal. Uno se llamaba Suma y otro Resta. Para Suma, todo alrededor era muy bonito, lo que más le gustaba hacer era contar hacia delante: cero, uno, dos, tres, cuatro...
Resta non entendía nada, y pensaba que Suma estaba loca. A Resta todo lo que le rodea le parecía triste y lo que más le hacía disfrutar era contar hacia atrás: 10,9,8,7,6...
Cuando Resta se ponía a contar, Suma le preguntaba ¿Qué haces, Resta? y Resta le contestaba:
-Voy restando uno a cada número que voy obteniendo.
Después de mucho discutir, Suma y Resta se hicieron amigos y empezaron a hacer cuentas juntos.
CARLA FERRÍO INSUA
LLUVIA DE NÚMEROS.
Una vez un niño llamado Nicolás se levantó de la cama a las 9:00 de la mañana y vio a sus amigos Mateo, Iván y Lois jugando al pilla en el parque.
Nicolás bajó y les preguntó si podía jugar con ellos, pero no le dejaron jugar. Nicolás se enfadó y se metió en casa. Cuando cerró la puerta, empezó a llover con mucho ruído y volvió a abrir la puerta para mirar y vio que en vez de caer agua, caían números muy grandes de color negro y blandos.
Nicolás cogió el número 1, entró en casa y lo guardó en el baúl, volvió a salir de casa con una bolsa y recogió números hasta el 100 para enseñárselos a su familia.
MATEO TRILLO FANDIÑO
LOS MEJORES AMIGOS.
Había una vez, unos números que se llamaban Veintitrés y Veinticuatro. Los dos eran los mejores amigos. Un día fueron al parque hasta las siete y media. Al día siguiente, Veinticuatro fue al parque y, se dio cuenta de que Veintitrés no estaba, así que se fue a casa.
El siguiente día, Veintitrés y Veinticuatro se encontraban jugando, era como un sueño, pero lo mejor es que Veintitrés y Veinticuatro siguen siendo los mejores amigos.
DIANA POSE BARDULLAS
EL DESORDEN DE LOS NÚMEROS
Érase una vez un pueblo llamado Cannúmero. Allí vivía una familia: el 405, el 400, el 10, el 1000 y el 1005. El hijo iba al colegio Eugenio Número. Tenía muchos amigos, y llegaba su cumpleaños, pero no se acordaba de cuantos cumplía.
De pronto llegó un hechicero que desordenó los números, pero no solo de la familia, sino todos los números del pueblo. El tres no era el tres, tenía un tres y un uno, 31 y todos le llamaban treinta y uno. El 31 le llamaba al cuatro y al cinco, cuarenta y cinco porque estaban juntos.
Y así a todos. Y así fue como se formaron los números mayores.
UXÍA PAZ CAAMAÑO
APRENDER A CALCULAR.
Una vez un grupo de números (1-2-3-4 y 5) estaban jugando con sus otros amigos (+ - x :) y no sabían a que jugar y los del grupo (1-2-..) dijeron:
-¿Y si nos colocamos en fila, unos arriba y otros abajo y uno de los signos se coloca al lado izquierdo?
Entonces, así hicieron.
-¿Y sabéis lo que ocurríó? Descubrieron que se podía (+ - x :) y entonces hicieron un cuento que todos los niños lo leían y para ellos era más fácil aprender a calcular.
ANA FERNÁNDEZ DE LARRINOA QUINTELA
UN CUMPLEAÑOS MATEMÁTICO.
Hace mucho tiempo los números 2,4,6, 8 y 10 fueron invitados al cumpleaños de su amigo el 7. El 7 debería organizar la fiesta de una forma divertida e interesante. Su madre había llegado a casa y le comunicó que tendría que ir a la tienda a comprar el material para preparar la fiesta. Pero, había algo que preocupaba al número 7, tendría que invitar a la fiesta a todos sus familiares, entonces pensó:
-¿Cómo podré hacer si en total serán 240 invitados? Los repartiré en 6 grandes mesas y así dividió 240 entre 6 y el resultado era 40 y no sobraba nada en el resto de la división. Sabía que tendría que colocar a 40 en cada mesa.
Por fin había llegado el gran día y todo estaba genial, los invitados no tardaron en llegar. Cuando llegaron los números ¡no había donde sentarse!, el 7 se había olvidado de repartir las sillas entre las 6 mesas, entonces surgió un problea: sólo tenía 150 sillas y no eran suficientes para todos.
Entonces el número mayor tuvo una idea, necesitaban comprar más sillas, necesitarían 90 sillas más, es decir, 240 - 150 = 90. El número 7 enseguida solucionó el problema, consiguió las sillas que faltaban para que todos pudieran sentarse. Y todas las mesas celebraron el cumpleaños del nº 7 con mucha diversión y alegría.
Y colorín, colorado, el cumpleaños del 7 ha finalizado.
CLAUDIA FERNÁNDEZ VILELA
LA CIUDAD SIN NÚMEROS.
Érase una vez cuando los números no existían, toda la ciudad no sabía que día era, ni la hora y tampoco los números. Un día un niño comprendió que sin números el mundo no valía para nada. Ese día el niño dijo a su padre:
-Papá, dile al alcalde que ponga los números, si no la ciudad no vale para nada. El padre no sabía que hacer, entonces fue junto a el alcalde, y le dijo:
Quiero que ponga los números pues sin ellos no sabemos el día que es hoy, que hora es...el alcalde lo comprendió y desde entonces en la ciudad había números.
Segunda parte.
Otro día en la ciudad, pero ahora con los números había un niño que no le gustaban. Ese día vino un mago y fue a casa del niño. Le preguntó al mago si podría quitar los números. El deseo se hizo realidad, así el niño comprendió que sin los números la ciudad era aburrida y el mago reinvirtió el hechizo.
Al niño empezó a gustarle las Matemáticas.
XELA RÍO SALGADO.
OS TRES NÚMEROS E A NOVA OPERACIÓN.
Había unha vez un pobo que só habitaban os números, pero só estaban as divisións e as multiplicacións. Ata que chegaron as sumas e as restas, os números de cada operación ían cambiando de posición. A todos os números lles daban un resultado diferente.
CARLA MERCEDES GONZÁLEZ LÓPEZ
LOS NÚMEROS.
Empiezan las vacaciones para los niños, el colegio cierra sus puertas y todo es calma y oscuridad.
Pero lo que los niños no saben, es que cuando ellos están de vacaciones los números empiezan su fiesta.
El jefe es el número 9 y es muy gruñón, los demás números siempre están cantando y bailando todo el día, pero el señor 9 sabía que tenía fama de aguafiestas. Entonces pensó que ese año les iba a sorprender a todos con una gran fiesta.
Y mientras todos dormían, decoró todo el colegio con luces, guirnaldas y bolas. Dejó todo tan bonito y decorado para el día siguiente sorprender a todos los números.
Y así dejarían de llamarlo "El aguafiestas del número nueve".
Cuando amaneció al día siguiente, lo primero que se oyó fue los gritos de júbilo de todos los números, disfrutando de la hermosa fiesta que les preparó el ya NO aguafiestas el número nueve.
MIGUEL ÁNGEL IGLESIAS GARCÍA
DESORDEN EN LOS NÚMEROS.
Había una vez un conjunto de números, esos números eran:9,7,5,3,1,6,2,4,10 y 8 y no sabían como ordenarse. El 9 quería ir de primero pero el 2 le dijo:
-¡Nueve no! Tiene que ir de primero el uno por algo se llama 1.
Pero de repente llega el 0, el número más temido por los otros números. El 0 dijo con voz amenzante:
-Yo seré el número que irá de primero.
-0, tú no puedes estar aquí, este es nuestro territorio. Lárgate -le dijo el número 2 que era el más valiente.
Luego, 0 le planta cara:
-¡Tú no me mandas, no me puedes echar de aquí!
-En realidad si, porque este es nuestro territorio.
Después de que los números discurrieran, su orden fue: 1,2,3,4,5,6,7,8,9 y 10.
Y os preguntaréis porque no he mencionado el 0, pues por una razón. Porque el cero está antes que el uno y hoy en día no lo decimos porque al resto de los números no les gusta estar cerca del 0.
LOIS FRAGA DÍAZ
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